Por desgracia hace un par de días
atrás nos dejó un icono mundial de la paz: Nelson Mandela.
Mandela estuvo preso durante más de 25 años cumpliendo cadena
perpetua en Robben Island, por el solo hecho de ser negro y luchar junto con
miles de africanos contra el apartheiden su propio país,
Sudáfrica. Tras su liberación, el 11 de febrero de 1990, Mandela trabajó con el
entonces presidente de Sudáfrica, FrederikWillem de Klerk, liderando su partido
en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica,
cosa que se consiguió en 1994, con las primeras elecciones democráticas por
sufragio universal. Por su trabajo en conjunto, tanto Mandela como de Klerk
recibieron el Premio Nobel de la Paz de 1993.Posteriormente Mandela ganó las
elecciones y fue presidente de Sudáfrica. Su única armadespués de
haber estado encerrado durante 28 años en una celda de 2x2,privado de sus
derechos, fue el perdón.
Tras
ser elegido presidente, la
inestabilidad de un país dividido por cincuenta años de odio racial cristalizó
en la amenaza de una guerr
La población sudafricana estaba totalmente dividida, los blancos o
afrikáners,ahora
pasaban a ser la minoría en un país rebosante de venganza. La comunidad negra
quería acabar con cualquier símbolo que representase el apartheid y el mayor
escaparate de supremacía blanca en Sudáfrica era la selección sudafricana de
rugby, los Springboks. El siguiente mundial de rugby se celebraría en Sudáfrica
en el año 1995, Mandela vio en este
mundialla oportunidad perfecta para inspirar a una nación entera y poder
por fin sellar la paz.
Mandela encontró un aliado en el capitán de
la selección sudafricana de rugby, Françoise Pieenar. A partir de este momento,
Madiba centró toda su atención en tratar que todos los integrantes de su país
sintieran como suya a la selección sudafricana de rugby. Él era el encargado de
cambiar la mentalidad a la población sudafricana y Pieenar era el encargado de
que los primeros cambios se produjeran dentro de ese vestuario integrado en su
totalidad por afrikáners.
El objetivo de Mandela era que los springboks llegaran a ser un
equipo competente a su cita con el mundial que se iba a celebrar en Sudáfrica
en 1995. Para ello comenzó una campaña conjunta con la selección a lo largo y
lo ancho del país. Se acercó a los jugadores a las minorías más desprotegidas de
Sudáfrica, utilizando como nexo de conexión al único jugador negro que
integraba este equipo, Chester. Chester era el símbolo de toda esa población
negra que sufrió abusos por parte de los blancos a lo largo de tantos años. El
clima que envolvía a la selección era gigantesco y los sudafricanos comenzaron
a fijar sus ojos en este equipo. Mandela había conseguido captar la atención e
inspiración de todo un país a través del deporte, pero para que la culminación
fuera perfecta éstos deberían ganar el mundial de rugby. Aquí es donde entra el
papel fundamental de su capitán, que tubo su lugar en esta historia cambiando
la mentalidad y fomentando la inspiración de los jugadores a su cargo, si no
hubiera sido por Pieenar a lo mejor este ejemplo de paz y perdón tal vez no se
hubiera producido. Mandela fue el visionario de esta idea, pero el brazo
ejecutor sin duda recayó en las manos de Françoise Pieenar, capitán blanco de
esta selección.
Sin duda la mentalidad de Pieenar cambió totalmente al conocer a
una persona como Mandela, que había sido un preso político durante más de 27
años por una supremacía blanca que había violado todos sus derechos y solo
buscaba acabar con la población negra. Si Mandela cambió de opinión y quiso tenderle
la mano a su mayor enemigo después de 28 años de represión, por que no iba a
hacer él lo mismo, si el fin de todo esto es que un país entero dejara de lado
las armas y se alcanzara una nueva nación más unida a través del arma mas
poderosa que existe, el perdón.
Los Springboks acabaron ganando aquella copa del mundo de rugby,
pero lo más increíble de esta historia es que después de más de 50 años de
guerra entre blancos y negros, violaciones de derechos y abusos por parte de la
población blanca, se pudiera llegar a hermanar a estas dos comunidades en el
momento en que la población negra estaba a punto de saborear una venganza, que
para ellos era más que refundada, a través del deporte.
Que el deporte haya sido la herramienta con la que se llegó a realizar
el gesto de unión más grande de la historia, hace que a la gente que vivimos
nuestra vida a través del deporte y el movimiento, y a mí en concreto, que
jugué al rugby de pequeño, se nos quede marcado para toda la vida.
Os dejo aquí uno de los poemas que escribió Mandela en su
encarcelamiento entre los años 1962 y 1990.
En la noche
que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuan recto halla sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuan recto halla sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.
Fede me encanta esta historia y sobre todo lo relacionada que está con el deporte, además he aprendido detalles de la misma que no conocía. Creo como tu que Nelson Mandela fue un ejemplo de perdón, superación y de liderazgo y merece que sea recordado en nuestra comunidad con una entrada como esta.
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